Tenemos una noticia fantástica!!!
Como motivo de una nueva celebración del Día del Libro, hemos organizado la II edición de Cuentos NEP. Además de disfrutar de 4 historias fantásticas, escritas por las personas usuarias del Centro de Día NEP, tenemos además el placer de anunciar que este año tod@s podremos votar por nuestro cuento favorito!!!!
Hemos disfrutado mucho el proceso de escritura y esperamos que al leer las historias, te traslades a todos los lugares y situaciones a los que también viajaron los autores cuando crearon sus obras!!!
Tras leer los 4 cuentos, encontrarás una breve encuesta para votar por tu favorito. Seguro que no será fácil elegir sólo uno.
También te invitamos a dejar tus comentarios. A las chicas y chicos les encantará leer lo que opinas sobre sus creaciones!!!! Muchas gracias por sumarte a esta iniciativa!!!!
Historia en el Océano Atlántico
Había una vez una sirena llamada Marta que vivía en el Océano Atlántico. Marta era morena, guapa, buena, simpática y alegre.
Un día, la sirena iba nadando por la superficie cuando de repente vio a una bruja piruja que era muy mala. Marta la conocía porque hacía muchos años había intentado hacer daño a su familia. Marta nadó y nadó para evitar que la bruja la atrapara.
Mientras nadaba, se encontró con un barco. El capitán vio como la bruja piruja perseguía a la sirena. El capitán le dijo a la sirena que se escondiera detrás del barco. La bruja al ver el barco, que nunca había visto uno, se asustó y se fue.
La sirena le dio las gracias al capitán por ayudarla y le cantó una canción, estaba muy agradecida. Al capitán le gustó tanto la canción que invitó a la sirena a darles conciertos a los pasajeros del barco cuando pasaran por esa parte del océano. Marta acetó la propuesta. El capitán y Marta se hacen muy buenos amigos.
Un día la bruja piruja vio a la sirena cantando a los pasajeros del barco. Cuando Marta se fue de dar su función, la bruja decide convertir en peces al capitán y a los pasajeros porque son amigos de la sirena y porque hacía poco, le habían impedido atraparla.
Cuando el capitán se da cuenta que es un pez va a pedir ayuda a la sirena. La sirena y el capitán van nadando hasta el barco donde estaba la bruja. La sirena empieza a cantar un canto mágico con el que duerme a la bruja. La sirena coge los conjuros de la bruja mientras duerme y convierte al capitán y a los pasajeros de nuevo en humanos.
La sirena utiliza los conjuros de la bruja para convertir a esta en un pez y que así no pudiera hacer daño nunca más.
El capitán y la sirena fueron amigos para siempre.
Los buenos amigos
Había una vez, en una isla muy bonita llamada La Palma, un gato llamado Micifú. Micifú era un gato de color gris, pequeño, alegre y juguetón. Vivía con su madre llamada Fufa y sus dos hermanitos Adela y Fisquito. Toda la familia vivía en una pradera donde tenían una hermosa cueva.
Micifú tenía dos buenos amigos llamados Pepito y Pepa. Solían salir todos juntos a cazar y a jugar, ya que todos los gatitos eran muy juguetones.
Un día, mientras Micifú jugaba con sus amigos explotó un volcán cerca de la cueva donde vivía con su familia. Micifú salió corriendo preocupado por su familia y su cueva. Cuando llegó vio que su familia estaba bien, por lo que se sintió mucho mejor. De repente el gatito se dio cuenta que su cueva, en la que vivía con su familia ya no existía, se había derrumbado por el volcán.
Toda la familia se sentía muy triste porque habían perdido todo.
Pepito y Pepa les ofrecieron su casa para vivir, por lo que Micifú y su familia tuvieron que desplazarse a la Breña.
Cuando llegaron a la Breña, Pepito, que quería animar a Micifú, había cocinado el plato que más le gustaba a su amigo, tortilla de papas. Micifú se sintió muy agradecido por acogerlos tan bien.
Pepito y Pepa les ofrecieron a Micifú y a su familia un lugar cerca de su casa para hacerse una nueva cueva.
Micifú se sentía muy afortunado por tener amigos como Pepito y Pepa.
Entre todos ayudaron a excavar para hacer la nueva cueva de Micifú y su familia.
Tener un amigo es tener un tesoro.
Un camino hacia el amor
Había una vez, un grupo de actores y actrices de teatro. Trabajaban cada fin de semana en el Teatro Circo de Marte. Rocío, era una de ellas, era una chica con cabellos de oro, bajita, lista, presumida, inteligente y muy trabajadora. Ella era pareja de Rafa, otro actor moreno, alto, simpático, pero era celoso y egoísta. Rocío estaba ciega de amor por él y no veía esos defectos.
Ellos trabajaban juntos con más actores, entre ellos destacaba un joven llamado Jose por ser un buen actor. Era un chico alto, moreno, de ojos negros, simpático, alegre, listo y trabajador. Era un buen amigo de Rocío.
Un día, Rocío descubrió a Rafa besándose con la joven directora del teatro, se fue corriendo y llorando. Jose la vio llorando. Rocío le contó a su amigo Jose que Rafa le había engañado con la joven directora.
Jose era un gran apoyo para Rocío, la escuchaba y pasaban mucho tiempo juntos, con lo que surgió el amor entre ellos.
Con el paso del tiempo, Rafa estaba triste porque había perdido al amor de su vida que era Rocío. Había dejado la relación con la joven directora.
Rafa seguía triste, desolado. Dos amigos que lo vieron así, decidieron regalarle un viaje a Alemania para que se animara.
En ese viaje Rafa decide quedarse un poco más y seguir sus estudios de actor. Se descubre a sí mismo y conoce la felicidad.
Jose y Rocío siguieron juntos muy felices, se casaron y tuvieron a un hijo llamado Sergio.
Tanto Rafa como Rocío, cuando estaban juntos se centraban en el amor correspondido y en pareja, pero finalmente se dieron cuenta que en el amor hay que empezar por quererse a uno mismo.
Viaje atropellado
Había una vez una familia, conocida como la familia Acosta. Vivían en Las Palmas de Gran Canaria. La familia estaba compuesta por los padres, que se llamaban Rafa y Fabiola y por sus 7 hijos: Sabina, Elías, Daniela, David, Pablo, Enrique y María.
A toda la familia le encantaba viajar, habían visitado muchos países.
David, uno de los hermanos medianos, de 12 años, que era un poco tímido y muy bueno, siempre había querido ir a París, pero todavía no la habían visitado.
Un día, Rafa y Fabiola deciden irse de vacaciones a París, ya que David tenía muchas ganas. Toda la familia estaba muy ilusionada. Por fin llegó el día de viajar a París.
Empiezan el viaje con la mala suerte que el avión empieza a moverse mucho, los niños sienten un poco de miedo. María, la pequeña de los 7 hermanos, con 5 años, que era muy lista y risueña, intentó tranquilizar a sus hermanos.
María no tuvo mucho éxito, ya que el piloto avisa que hay una avería en el motor y tienen que hacer un aterrizaje forzoso en una isla.
Cuando el avión consigue por fin aterrizar, se dan cuenta que la isla está desierta. Empiezan a explorarla en lo que el piloto intenta conseguir ayuda. De repente, empezaron a sentir temblores en la tierra. No sabían que estaba pasando. En ese momento explotó un volcán cerca de ellos.
Todos se asustaron y empezaron a correr hacia una montaña. Cuando llegaron a la montaña, Rafa y Fabiola se dieron cuenta que María y David no estaban. Rafa y Fabiola estaban muy nerviosos porque no sabían dónde estaban María y David. Los padres deciden bajar la montaña para buscarlos. No los encontraban por ninguna parte.
Estaban tan cansados que no se dieron cuenta de una inclinación del terreno y rodaron por la pendiente. No se hicieron daño. Hacía mucho calor, estaban cansados, cuando a lo lejos, cerca de un manantial, vieron el avión. Fueron corriendo hacia él.
Cuando llegaron al avión, vieron al piloto y al lado a María y a David que estaban ayudándolo a arreglar el avión. Los padres se pusieron muy contentos, sintieron una gran alegría al ver a los niños. Los niños les dijeron a sus padres que cuando explotó el volcán fueron al avión para intentar arreglarlo con el piloto. El piloto les cuenta que ya falta poco para arreglar el avión.
Fabiola sale corriendo a buscar al resto de sus hijos y pasajeros a la montaña para regresar al avión.
Finalmente, el avión consigue despegar y se va rumbo a París. La familia está contenta porque están todos juntos y a salvo. Después de la aventura que vivieron, disfrutan del viaje de París.
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